La japonesa Nintendo jugó con los corazones de los inversores minoristas el martes al anunciar una división de acciones de 10 a 1 a partir del 1 de octubre, un movimiento largamente esperado que tiene como objetivo mejorar la liquidez de las acciones del fabricante de videojuegos.
El anuncio sorpresa se produjo cuando Nintendo dijo que esperaba vender 21 millones de consolas de juegos Switch en el año fiscal que comenzó el 1 de abril, un 9% menos año con año y la segunda caída anual, mientras la compañía lidia con la escasez de componentes.
La escasez de componentes ha continuado este año y no está claro cuándo terminará, dijo el presidente de Nintendo, Shuntaro Fukurawa, en una conferencia de prensa.
La demanda del Switch en su sexto año en el mercado se vio impulsada por el lanzamiento en noviembre de un modelo con pantalla OLED, que vendió 5,8 millones de unidades hasta marzo, pero el dispositivo actualizado sigue siendo escaso.
La división de acciones de la compañía con sede en Kioto se produce cuando una serie de compañías tecnológicas, incluidas Amazon y Alphabet, la empresa matriz de Google, han tomado medidas similares en los últimos meses.
Estas divisiones a menudo se consideran positivas para los precios de las acciones de la empresa, ya que el costo más bajo las hace más accesibles para ciertos inversores. Las acciones de Nintendo han subido un 5% en lo que va del año y cerraron planas antes del anuncio de ganancias.
Nintendo vendió 23,06 millones de consolas Switch en el año fiscal que finalizó en marzo. Esto se compara con un pronóstico de 23 millones realizado en febrero.
Nintendo, que depende de los títulos domésticos para impulsar las ventas de juegos, espera vender 210 millones de unidades de software este año, frente a los 235 millones del año pasado.
La compañía tiene una sólida cartera de proyectos a pesar de posponer la secuela de Legend of Zelda: Breath of the Wild hasta la primavera de 2023, con títulos que llegarán este año, incluido Splatoon 3.
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